La maravilla compartida del cine

Explica Beeban Kidron no seu TED como nació la idea de crear la organización Fimclub en 2006. El objetivo era acercar a los estudiantes del Reino Unido al poder de la narración, y de las historias, a través del cine.

En los primeros 9 meses pusieron en funcionamiento 25 clubes de cine con grupos de jóvenes entre 5 y 18 años que veían una película sin interrupciones durante 90 minutos. Organizaban las películas y les daban contexto, pero les dejaban elegir. El éxito fue inmediato y al finalizar el proyecto piloto había miles de escuelas pidiendo participar.

Harían falta más de veinte minutos para explicar una experiencia de esta magnitud pero hay hechos relevantes que llaman la atención:

• … nuestra audiencia evolucionó rápidamente para elegir entre el régimen más rico y variado que pudiéramos ofrecer. Jóvenes reflexivos, críticos y curiosos no les preocupó abordar películas de cualquier clase y tampoco les preocupó escribir reseñas detalladas: Seis mil reseñas por semana escolar competían por el honor de ser la reseña de la semana.

• La experiencia de discusión crítica y curiosa traducida a la vida. Algunos de nuestros chicos empezaron a conversar con sus padres, otros con maestros y con amigos. Y aquellos sin amigos empezaron hacer amistades

• Una oleada de preguntas salieron de las bocas de los chicos que el mundo pensaba que no estaban interesados. Y ellos mismos tampoco sabían que les importaba. Mientras escribían y discutían, en lugar de ver las películas como mera ficción, comenzaron a verse a ellos mismos.

Abajo el vídeo pero, como parece que se atasca, dejamos también el documento de anotaciones.

Si queremos valores diferentes, tenemos que contar otra historia, una historia que entienda que la narrativa de un individuo es un componente esencial de la identidad de una persona, que una narrativa colectiva, es un componente esencial de una identidad cultural, y que sin esta, es imposible imaginarse uno mismo como parte de un grupo.